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ⴲLa Mujer del Bosque (Seqvere Vestigia)

martes, 3 de mayo de 2022

¢BRUJERÍA DEL CERCO

¢BRUJERÍA DEL CERCO



I

La Brujería del Cerco, o el Cerco, como suelo llamarlo, es una combinación de Brujería Tradicional (nunca, ¡jamás!, Wicca o Nueva Era, ni Santería o cosa parecida), Tradición Cunning Folk y Chamanismo enfocado hacia el herbalismo, la sanación, la curación y sobre todo un profundo amor y devoción por la Naturaleza como representación de El Poder Más Alto.  Desde aquí desligo absolutamente el tipo de chamanismo que practicamos dentro del Cerco las/los Hedgewitch (Brujas/Brujos del Cerco) del Chamanismo más popular actualmente, el indígena y exaltado por figuras como Carlos Castaneda y otros magníficos autores. Nosotros no practicamos este Chamanismo ni se encaja dentro de nuestras creencias.

II

La Brujería del Cerco, o el Cerco como coloquialmente lo llamo yo misma, se basa en los antiguos Caminos de Anciana Sabia, Mujer Astuta y Viejo Sabio, Hombre Astuto (practicando el más noble Arte y más ancestral Oficio); si al escuchar la palabra Astuta te viene a la cabeza la imagen de una anciana vendedora de hierbas y Magia de Nudos, amuletos diversos, todo tipo de remedios, actuando al mismo tiempo como partera y curandera de la más antigua y primitiva forma posible no estás para nada lejos de la realidad: aunque el aspecto externo ha cambiado considerablemente, interiormente las que somos ahora nos comportamos como las que eran entonces.

Gracias a que nuestro Oficio se mantuvo en el silencio más absoluto y el cuidado más extremos a la hora de compartir sus prácticas públicamente tanto por aquellos que nos precedieron como los que ahora mismo somos, el Cerco ha llegado hasta nuestros días prácticamente intacto. Mucho de sus rituales, trabajos, encantamientos y demás se pueden seguir practicando como antaño. Otros no pueden llevarse a cabo debido a la "dificultad" para encontrar muchos de sus componentes, los cuales han ido desapareciendo con el tiempo. Afortunadamente, cada uno de nosotros protegemos nuestra sabiduría de la forma más férrea y vamos retrocediendo nuevamente, como lo hicieron nuestros aquellos, hacia lo más básico y antiguo para poder seguir viviendo en nuestra globalizada forma de vida. 

De dónde viene la palabra Hedgewitch y qué significa. 

 No está claro de dónde puede provenir la palabra Hedgewitch,  parece provenir de la palabra galesa haegtessa, que se traduce al inglés como hedge-rider. Como el Cerco se extendió muy rápidamente, aunque de forma oculta, por toda Europa desde Inglaterra hasta los países nórdicos, en estos últimos se llegó a recibir el nombre Hedge-Rider, 'Viajando en lo más Alto o Jinetes del Seto'. Actualmente, el vocablo también se ha modernizado aunque seguimos utilizando la palabra Hedgewitch como comodín principal y algunas veces utilizamos la expresión "Bruja del Cerco", sobre todo para aquellos que no les gusta mucho el inglés; algunas expresiones modernas referentes a la Hedgewitch son "Hedgewytch", "Viajeros Nocturnos", "Viajeros del Cruce", "Gandreidh", "Brujas del Seto"  y "Caminantes del Viento". 

III

En el pasado, pueblos, aldeas y granjas solían tener cercas y setos que marcaban los límites de los mismos, manteniendo el bosque fuera y lejos. Por esta razón el Cerco recibió el nombre que tiene actualmente: todo se encontraba en el límite, en el borde, en el cruce... en el Cerco. Cruzar el Cerco significaba adentrarse en la Naturaleza, donde todo tipo de animales, depredadores y peligros desconocidos habitaban. En realidad, el miedo solía atenazarles y las personas de entonces no eran como nosotros ahora: muchas personas nunca viajaron más de unas pocas millas desde allí donde habían nacido, y aún así seguían temiendo las carreteras llenas de comerciantes, ladrones, atracadores y viajantes diversos. Y no digamos ya el Bosque. Actualmente, para las Hedgewitch modernas, el Cerco es una metáfora, un concepto que marca y delimita los Mundos, sobre todo el Físico y el Espiritual: la realidad y el sueño que se unen y juntan, el Alto Mundo, el Medio Mundo y los Mundos Inferiores. Y con todos ellos trabajamos. 

IV

En aquellos tiempos remotos, las Brujas del Cerco retrocedieron hasta el interior más oculto y allí crearon una nueva comunidad, donde convivían en igualdad y sin sentirse como bichos raros. Es curioso que aún sigamos sintiéndonos así, y muy pocas son las comunidades de Mujeres Sabias declaradamente abiertas para la interactuación. Seguimos siendo bichos raros, después de todo. Entonces, y a pesar de convivir en comunidades creadas a medida, eran tan solitarias como lo somos nosotros ahora, ganándose la vida ocasionalmente si no era con el campo utilizando el herbalismo, la comprensión de la Naturaleza misma y sus misterios, profetizando el futuro, utilizando la adivinación y la sanación a través de cualquier rama del Oficio. Sin embargo, la faceta de una Hedgewitch no se limitaba solamente a su aspecto y cualidad como bruja: pasaban como parteras, obstetras, sanadoras... realizaban hechizos de protección, bendecían hogares, cultivos y ganado; maldecían, ¡cómo no!, si era necesario o así se requería. Creaban amuletos poderosos para cualquiera de todo lo indicado antes. Dentro de las numerosas Mujeres Sabias de entonces había muchas clases de las mismas: desde las que tenían una fuerte ética personal (aunque no creían ni creemos en cosas tan Nueva Era como la Ley de Tres o la Ley de Retorno), hasta las que tenían menos escrúpulos y maldecían una cosecha entera para al día siguiente, por ejemplo, cobrar por retirar esa maldición. Había gente de todo tipo; quizás por eso eran respetadas y temidas el mismo tiempo y por igual, ya que no solo poseían dones extraordinarios sino por su estrecha relación con la Naturaleza y sus fuerzas, las cuales podían utilizar si así lo deseaban. Un poco como ocurre hoy en día.

V

Actualmente, las Brujas del Cerco seguimos Viajando a través de pociones de específicas hierbas y técnicas chamánicas muy depuradas. Trabajamos con estados alterados de conciencia, Familiares, espíritus guía, con Aquellos  y los Ancestros, plantas y Aliadas y un trabajo ciertamente muy duro y muy elaborado cada día con el Mundo Espiritual y los distintos y diferentes Mundos a nuestra disposición. De hecho, muchas veces denominamos a los Viajes como "cruzar el Cerco", "saltar el Cerco", "Caminar sobre el Cruce", y así un largo etcétera. Constantemente estamos con un pie en ambos Mundos, por lo que somos muy sensibles a las influencias tantos externas como internas. ¡Somos excéntricas, qué vamos a hacerle! ;) Tenemos una tendencia natural a caminar libremente por el Ait Caol, entre el Velo de los Mundos, las fronteras, los Portales... y así podría continuar mencionando lugares invisibles pero muy tangibles para nosotras. Nosotras no somos de practicar nuestro Oficio en Cóvenes, los cuales no existen en nuestro Oficio, y en rituales grupales o aquelarres, que jamás compartimos aún cuando estemos muy unidas entre nosotras. Pero sí somos capaces de encontrar un resquicio de poder en el resto de un ritual celebrado y que otras brujas más comunes  no son capaces de detectar... para nosotras no existe separación entre la vida cotidiana y la vida sagrada, las cuales están unidas y son indivisibles: nuestra vida cotidiana es un Oficio sagrado.

VI


En los tiempos actuales, no todas las Hedgewitch nos encontramos viviendo fuera de la ciudad, en granjas o bosques aunque ya quisiéramos... sin embargo, todas (las de ciudad y las de campo) practicamos con nuestro interior y, ocasionalmente, con la familia si consideramos que podemos confiar lo suficiente. Yo misma le suelo decir a mi pareja "te dejo un momento, que tengo que hacer un trabajo", y marcho hacia lo más íntimo de mi hogar, allí donde se encuentra el Altar de mi Oficio y no puede verme nadie. Somos muy intimistas y sumamente protectoras de lo que es nuestro, explicando una mínima parte de lo que hacemos y lo que somos incluso a las personas más cercanas a nosotros...  todas, en un momento u otro, nos vemos ayudando a vecinos, amigos, familiares y a todo aquél que lo merezca y necesite realmente. No nos prodigamos en ayudas a los demás, ya que exige un alto precio por nuestra parte para seguir manteniendo el Equilibrio.

VII

Nuestro contacto con el Herbalismo es bien conocido incluso por aquellos que no nos conocen. Practicamos el Herbalismo en campos de cultivo, jardines, jardineras, macetas, granjas... pero donde realmente estamos felices es en el interior del Bosque. Una bruja verde, una bruja herbal, o cualquier otro tipo de denominación similar, pueden trabajar en un jardín más o menos "cultivado", y realmente es donde se sienten felices y más alegres que unas Pascuas, pero sólo nosotras, las Hedgewitch, viviremos a medias entre las jardineras que hacen crecer nuestras hierbas aromáticas y el viaje al lugar sagrado más salvaje, inhóspito e inexplorado que podamos encontrar. Nuestra naturaleza salvaje nos obliga, nos impulsa a ello. Somos la versión más antigua del mismo Oficio reflejada en estos tiempos modernos. No encontrarás a nadie como nosotras. 

VIII

Somos versátiles y tremendamente adaptables; podemos trabajar con la fertilidad, por la prosperidad, por la contención, por la invisibilidad... y así podría seguir sin parar. Lo que realmente nos diferencia de los demás es nuestra devoción por el Poder Más Alto, por la Naturaleza que lo representa, por el suelo que pisamos y el cielo que nos cobija... respetamos a los distintos Dioses y aceptamos su existencia, pero no los seguimos, no realizamos panteones, no veneramos más divinidad que la Luna que nos alumbra. El resto... es para otras tradiciones y religiones. Nuestro Oficio es simple y, al mismo tiempo, tremendamente difícil. La sencillez nos ampara, puesto que reverenciamos la Naturaleza por encima de todas las cosas, pero estamos apartados de cualquier camino pagano y neopagano. Seguimos nuestros instintos y nuestro corazón; nuestras herramientas son sencillas y hechas por nosotros mismos, no utilizamos ni cálices, ni pentáculos, ni athames ni cualquier otra herramienta habitual dentro de la brujería, ya sea moderna o no. Unas simples tijeras de podar pueden ser una poderosa herramienta de poder: evitamos la complicadísima y pesada Magia formulada, practicando nuestro Oficio de una forma terrenal, muy simple, sencilla y tremendamente poderosa. Ni siquiera creamos un típico Círculo Mágico de los wiccanos o neopaganos porque nos separa de la Naturaleza como una barrera incómoda y molesta: estudiamos profundamente, cada día que vivimos, las distintas formas de la Naturaleza para poder conocer y comprender qué es lo que veneramos y seguimos. El ciclo de las estaciones, el paso de la vida y la muerte, las plantas que nos rodean... todo es un compendio de conocimiento sin fin y sin límites, al alcance de nuestras manos, cultivando hierbas en el jardín y fuera de él, sabiendo también dónde y cómo crecen en la Naturaleza, cómo se muestran salvajes ante nosotros. Tenemos una gran tradición en el conocimiento de árboles, las hierbas que inducen al trance, los ritos de fertilidad que hacen que la Naturaleza se perpetúe más allá de nosotros mismos...

IX

Dentro del Cerco, las Mujeres Sabias somos muy diferentes y muy iguales al mismo tiempo. Nos centramos en distintas fases como las parteras, el herbalismo, la curación, la sanación, la Maestría, la conexión con el Mundo Espiritual, las y los chamanes propiamente dichos.... aunque en el pasado los hombres no se involucraban tanto, cada vez hay más hombres que se involucran y son llamados por el Cerco. La mayoría de ellos son ermitaños que se aíslan profundamente, casi más que las féminas, Viajeros con una vocación innata que suelen explorar otros Mundos siempre viajando incluso cuando están solos. Conozco a varios de ellos, y me siento muy orgullosa de su sabiduría a la hora de trabajar. Como nosotras, ellos también adaptan su vida al Oficio: pueden levantarse por la mañana y desayunar y al mismo tiempo están dando gracias por lo que son mientras se preparan para trabajar; meditan tranquilamente incluso cuando el mundo se vuelve loco a su alrededor, en medio de transportes públicos y gente que suele ser bastante hostil por naturaleza propia. Y, como nosotras, agradecen cada noche el pertenecer al Camino que realmente buscaron durante toda sus vidas. Brujos y Brujas del Cerco no se diferencian en tanto. Sin embargo, somos muy tolerantes y adaptables. Y hasta sociables. Que mi amplia descripción no os confunda: aunque no nos prodiguemos con el mundanal ruido, si somos invitados a una reunión pagana acudiremos aunque no participaremos de los ritos que se celebren en ella (si es que se celebra). Daremos las gracias y nos mostraremos cordiales, aunque alejados en cierto modo. Respetamos siempre que nos respeten.

Somos salvajes. Somos cuidadosos y somos eternos. Somos Viajeros, somos chamanes de lo desconocido. Somos naturales porque la Naturaleza misma así nos creó. Comprendemos la vida silvestre que a nuestro alrededor crece, practicamos el noble arte que heredamos de aquello que nos permitieron heredar... seguimos nuestro propio camino. Sabios y aprendices siempre. 
Mujeres y Hombres Sabios al fin y al cabo. Ni más ni menos. 

Espero haber despejado un poco vuestras dudas. Que el Cerco os sea propicio. 

© Lola Rodríguez
https://www.safecreative.org/work/1910142217534-brujeria-del-cerco
 Este texto es mío. Si vas a compartirlo menciona su autoría. No me plagies!!


¢Cruce del Cerco✱ siempre por Lola Rodríguez ~ La Mujer del Bosque ¢2015-2022

2 comments:

Q gran información y grasias por publicar desde Argentina un fuerte abrazó

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