¢La Mujer del Bosque

 Su uso ancestral como veneno ictiotóxico es bastante conocido. En la antigüedad se usaba una parte de la planta para envenenar ríos y arroyos con el fin de poder pescar aquellos peces que resultaban intoxicados con este -afortunadamente hoy en día- prohibido método que era conocido como “entorviscar”.

Nuestros Ancestros usaban esta planta como purgante; hoy en día está desaconsejado totalmente debido a sus efectos adversos digestivos -hemorragias, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, quemazón- si no se sabe utilizar la planta. Tampoco es aconsejable su uso externo, ya que sus propiedades tóxicas pueden producir ampollas muy dolorosas en la piel -si vas a recolectar esta planta, lo mejor es que la manipules con guantes-.

Antiguamente las ramas se usaban contra pulgas, piojos y garrapatas: se cogían tiras de la corteza y se hacían collares para los perros pastores contra estos parásitos. Sus hojas eran utilizadas en aquellos lugares donde era necesario desinsectar, empleando en este caso el agua procedente de la decocción de las mismas; así que me imagino que debe tener algún componente que mantiene a raya a esos bichos tan peligrosos para humanos y animales -seguiré estudiando esta planta y os iré informando-.

Nuestras Ancestras usaban las hojas de esta planta para teñir la lana de color amarillo,  como purgante -como ya he dicho anteriormente-, pero también usaban la planta como amuleto protector:  colocando sus ramas en establos para proteger al ganado, o en las embarcaciones que salían a pescar. De igual modo confeccionaban ramos que cubrían todos los rincones de la casa: ventanas, puertas, agujeros entre las tejas... para protegerla contra brujerías varias. 

Una buena idea es colocar un ramo en nuestro altar, así limpia el lugar de entidades no deseadas. 

©Lola Rodríguez para ¢El Herbario Sagrado

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Os dejo algunas imágenes para que os podáis hacer una idea de cómo es esta preciosa planta.