ⴲLa Mujer del Bosque (Seqvere Vestigia)

viernes, 2 de febrero de 2018

BOTELLAS DE BRUJA



Las botellas de brujas fueron un fenómeno generalizado en los siglos XVI y XVII en las Islas Británicas. 
Solían ser de vidrio, plata, latón o hierro, en las que pegaban clavos, uñas, orina humana y otros objetos y las taponaban con corcho. Dentro del Cerco Antiguo, la utilización de Botellas de la Bruja ya era bien conocida. Por ejemplo, este hermoso ejemplar se encontró en la pared de una casa en Plymouth, en la zona Sutton Harbour. La botella se selló con cera y los demás artículos se fijaron con piel seca. En este caso, ningún líquido fue vertido dentro de la botella. Los artículos que se extrajeron de su interior se pueden ver en la caja triangular que se encuentra a su lado. 
Al parecer, aunque la botella era antigua (bastante, por lo visto), los componentes de su interior y almacenamiento-ocultamiento habrían ocurrido entre 1895 y 1912. No obstante, es un buen ejemplo del Oficio que se practicaba entonces, aunque no está claro si la persona que lo hizo era un aprendiz o ya tenía cierta experiencia. Aunque inicialmente parece un objeto de Magia Oscura, en realidad es mucho más probable que fuera utilizado con un fin protector.

Como tales, las Botellas se mencionan por vez primera en documentos manuscritos del siglo XVII, cuando fueron ya entonces creados, fabricados, encargados y utilizados cuando alguien creía haber sido embrujado, encantado o bien maldecido por alguna bruja. Entonces era muy común tratar a los pacientes embrujados, o bajo sospecha de haber sido embrujados, con una de estas botellas, las cuales llevaban un proceso muy meticuloso.
 
En realidad, consistía en recoger la orina del paciente vertiéndola en una botella. A esto se le añadían tres clavos, alfileres o agujas, un poco de sal blanca y la tapaban, para, a partir de este momento, mantenerla siempre caliente: si esta mezcla permanecía mucho tiempo dentro de la botella, la vida de la bruja corría gran peligro ya que sería atormentada noche y día hasta que el contenido de la botella se vaciase. Probablemente la forma que encontraban más práctica y a mano de mantener la orina caliente era enterrándola en la tierra. 

De aquí se evolucionó a una absoluta práctica orientada hacia la protección en general. En un interesante documento del siglo XVIII, escrito por una Mujer Astuta, se describe detalladamente cómo crear una Botella de la Bruja, a tal punto que finaliza indicando que, luego de crearla, "ningún enemigo tendrá poder sobre ti." Otras versiones de la Botella de la Bruja fueron tan dispares como una caja de madera. En una casa en pleno Londres, dentro de la chimenea, habían creado otra variante de una Botella de la Bruja en uno de los huecos entre los ladrillos, donde se descubrieron almacenados, entre otros muchos objetos, los huesos de una oveja o una cabra, un cerdo y un ganso.

©Lola Rodríguez (La Mujer del Bosque) ©Todos los Derechos Reservados

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